sábado, 19 de septiembre de 2009

JESUSA.- Luego, ¿es verdad?..
JULIO.- ¡Sí; es verdad!.. ¡No me juzgues mal!... Voy a ser sincero. Podría mentirte aún, podría prolongar tus esperanzas, dejando correr esta situación equívoca; pero sería una doblez y me siento muy honrado para cometerla. Más tarde o más temprano era fatal que ocurriese... ¡Quiero a la otra!...
JESUSA.- (Desesperada) ¡Julio!...
JULIO.- ¡No te amaba!... ¡Fue una ofuscación aquello!.. ¡Tomé por amor lo que no era más que una vil manifestación del instinto!.. ¡Te busqué, te asedié, trastorné tus sentidos con cálidas ternuras, dejándote entrever con mis promesas sinceras, te lo juro, un paraíso de dicha!... ¡Ah!... ¿Por qué te me ofreciste, pobre criatura, tan linda, tan fresca, tan incitante?... Fue después que nuestros labios se habían unido, que la realidad vino a golpear en mi razón... Perdóname... Compréndeme... ¡No fui, no soy culpable!... No fuimos culpables... Fue un accidente... ¡La ley humana es implacable!... ¡Escúchame!... ¡Te estoy martirizando!... He padecido más por ti que por el desdichado incidente con mi padre... Hace un instante, viéndote dolorida y atormentada por la revelación, sentí una pena tan grande que si tú te alzas y gritas: "¡Julio, Julio es mi amante!...", me habría resignado a consumar el sacrificio.
JESUSA.- (Irguiéndose airada) ¿Sacrificio?... ¿Sacrificio?... ¿Sacrificio devolverme el honor, la dicha, la vida que me has quitado?.. ¡Julio!.. ¡Tú no eres el mismo!..
JULIO.- ¡Sí, Jesusa! ¡Sacrificio!... Muchas veces he pensado reparar a cualquier precio el daño que te he causado, pero el amor a la otra ha primado sobre todos los escrúpulos... Después... mi moral es distinta de esa moral que anda por ahí... ¿Por qué voy a purgar, renunciando para siempre a todo lo más caro a mi existencia, un delito del que yo no soy culpable?..
JESUSA.- ¡Y yo, Julio, y yo!...
JULIO.- ¡Sé razonable!... ¡Una vida sin cariño se haría insoportable para los dos!...
JESUSA.- Sí; tienes razón. Pero yo sería tan buena, tan afectuosa, tan dulce; sabría halagarte de tal manera que acabarías por amarme; estoy segura!...
JULIO.- ¡No se ama a plazo fijo ni con programa!
JESUSA.- ¡Julio!... ¡No me abandones! ¡Te lo pido de rodillas!... ¡Te lo ruego por lo más sagrado!.. ¡Por tu madre!.. ¡Julio! ¡Por nuestro hijo!.. (Oculta la cara sollozando convulsivamente)
JULIO.- ¡Oh!... ¡Qué desdicha! (Pausa) ¡Serénate!. ¡Vamos!.. ¡Ten valor! (La alza; Jesusa se apoya en su hombro y sigue llorando) La situación es igualmente irremediable... ¡No soy un cínico, ni un perverso, ni un mal hombre!... ¡Si pudieras ver todo lo que pasa aquí dentro, te convencerías!... No sé cómo atenuar la crudeza de mis razonamientos. Las cosas no han cambiado de aspecto. Ese hijo no agrava tu situación... Por el contrario, contribuirá a endulzarla.
JESUSA.- ¿Y toda mi vergüenza?
JULIO.- ¿Cúal?.. ¿La de ser una buena madre, comprendida, respetada y enaltecida por el sacrificio? ¿No sería mayor la de una unión cimentada en la violencia o en la mentira?... ¡Vamos!... ¡No te pongas así!... ¡Tranquilízate!... ¡Alza la cabeza!... ¡Mírame!... ¡Mírame bien!... ¿Me crees un malvado?.. Responde ¿Te parezco un vil sujeto?.. ¡Dilo, Jesusa!...



M´hijo el dotor (florentino sánchez)

No hay comentarios:

Etiquetas

  • u (1)